El movimiento surrealista nace en los años 20 del ‘900 y se propone como una aptitud mental y filosofía de vida que toma en consideración cada aspecto irracional de la vida; punto fuerte es el amor para la mujer y su cuerpo. El cuerpo femenino se examina a nivel psicoanalítico representándolo también desde el lado más inquietante. En estos años la fotografía asume, por la primera vez, un papel independiente de la pintura. Además muy importantes por el arte surrealista son las teorías de Sigmund Freud.
Interesante es el fotógrafo inglés Bill Brandt que desde el 1940 entra hacer parte del movimiento surrealista realizando una serie de fotos que tienen como protagonista el cuerpo desnudo. Brandt juega con la deformación del cuerpo femenino exagerando con la perspectiva, utilizando objetivos gran angulares. Los cuerpos de Brandt son alargados, sin caras, fotografiados en hoteles o en paisajes « primordiales » no contaminados por el hombre. Aislando algunas partes del cuerpo, el fotógrafo les atribuye una autonomía total, autonomía llena de símbolos típicos de la psicoanálisis de Freud.
También estas dos fotografías de Vincenzo representan un cuerpo fragmentado, que pierde su concepto de costumbre de cuerpo entendido como “involucro humano” y asume nuevas formas como imagen dulce y suave.